CORAZON DELATOR

Para empezar les cuento que me ruboriza un poco, a mí que llevo tantos años protegida en mi "corazón - coraza"( grande benedetti), volver a escribir.

De más está decir que la tinta fué guardada por muchos años, falta soltar la mano y despertar las musas, sin embargo hoy mi corazón se vuelve delator( grande cerati) y aca vamos.

Les cuento que dentro de todo mi revival de este año- propio de quien acaba de terminar un casi matrimonio de casi ocho años- estoy conmocionada con el regreso de Soda Stereo diez años después. Y sabran que hace diez años en el 1997, pasaba otro revival y miles de cosas en mi vida. Entre tantas cosas, ese año justamente no pude ir al recital de despedida de Soda porque gracias al gentil auspicio de andreita estaba por primera vez en Buenos Aires.

Ese viaje se gestó un día en que yo me lamentaba- como de costumbre - por no tener las lucas para cumplir mi sueño de conocer la tierra de cortazar, ceratti, fabiana y fito - en el contexto de un congreso de estudiantes de derecho que salía ultrabarato- y la Andrea se ofreció de mecenas con cómodas cuotas pagaderas cuando pudiera.

Así de un día pa´otro agarré la chaqueta verde de entonces; un bolso; el personal con el casette Dinamo de soda adentro, y partí no más. Todo esto ya cerrado el viaje, agarrando el cupo de alguién que se descolgó y suplantando su identidad en la tarjeta ISIB necesaria para alojarse en un albergue de mochileros en Buenos Aires.

La cosa iba a ser por tierra, pero el día de la partida nos cerraron el paso libertadores por viento blanco, y como no queríamos quedarnos con los crespos hechos partimos en avión ( yo no había volado nunca never). El avión era de lo más destartalado, pero nos esperó en el aeropuerto, porque llegamos con el tiempo justo a embarcarnos, y nos llevó a Mendoza. En Mendoza agarramos bus para cruzar la famosa pampa- harto fea por lo demás,-y en un amanecer de invierno apareció Buenos Aires, monumental, espléndido, tan esperado, y con sus callecitas con ese " que se cho viste"...

Yo como profunda humanista, a la cual le conmueven las obras del hombre tanto o más que las de Dios, pasé días entre suspiros ante tanta belleza. Y acorde a mi naturaleza esteparia, me desmarqué de mi grupo, agarré subte y recorrí todo lo que pude, conocí los parques en palermo, las librerías de corriente , caminé por recoleta, y la boca, almorcé en la bombonera, ví un musical majestuso en el luna park, me chorrie unos panchos ( completos argentinos), aprendí a bailar tango con un argentino con un gran mostacho en san telmo , conocí a las abuelas de la Plaza de Mayo y volví feliz a Valpo.

La felicidad me duró eso sí, hasta que aterricé a la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso, en la cual me encontraba infeliz y anclada por cuatro años ya.

El resto de la historia es conocida, me dí cuenta que a veces una puede decidir de mutuo propio irse de donde no te echan cuando eres infeliz, y que el mundo era mucho más que mi querido puerto y esa triste facultad, a la cual sólo me unía la inercia.

Todos saben que al año siguiente estaba instalada viviendo en Santiago, y que de pronto todo mágicamente pareció tomar su justo sitio. Entre tanto para sobrevivir, me volví una mujer grande, madura, sensata y por que no decirlo un poco aburrida.

Deben siempre pensar que esa chiquilla de 1997 tenía 22 y a esta mujer le falta poco para los 32 y a simple vista son muy distintas. Sin embargo, diez años después Soda vuelve a tocar en el Nacional en Octubre; yo me voy la próxima semana con dos amigas a Buenos Aires de un día para otro, sin mayor plan como en ese entonces ( aunque ahora sin mecenas), y como dice Cerati " he cambiado, pero aún mi corazón permanece intacto"

No creo que este viaje diez años después me cambié la percepción de las cosas de manera tan radical como en ese entonces; pero siempre es bueno recordar que hay algo allá afuera y que la vida nos puede girar si le ponemos un poco de voluntad y amor evidentemente.