Esta semana me encontré dándome cachetadas en las vidrieras de una librería en calle moneda, muchísimos ejemplares de el último libro de Isabel Allende titulado: " La suma de los días". Como leer a esta mujer es un vicio declarado, lo adquirí rápidamente y recien lo acabo de terminar. Me entretuvo, como me entretiene leer biografías en general, pero pude reconocer que no es una obra maestra, como la mismísima " paula", que me parece una catarsis en la que haciendo un raconto de su vida en un momento tan doloroso, Isabel Allende nos cuenta su vida hasta el día que murió Paula Frías Allende. Asimismo en " La suma de los días", le cuenta a su hija Paula y por su intermedio al resto de sus lectores, lo que ha sucedido en su vida desde la muerte de ella hace quince años.
Así, tal como puedo reconocer que disfruto escuchar a Shakira, que pese a lo que diga MTV, es nada cool en mi medio, en comparación con declarar por ejemplo que escucho a Francisa Valenzuela. Hago hoy un manifiesto y declaro mi fidelidad y amor incondicional, pese a lo que opinen los críticos literarios, a Isabel Allende.
Como sea, desde " La casa de los espíritus",unos cuantos libros de ella me han marcado profundamente, y creo que con la trilogía que comprende con" Hija de la fortuna", y" Retrato en sepia", bien vale un perdonazo a algunos otros títulos que me han parecidos desfortunados como " Afrodita", y la dichosa trilogía infantil.
La verdad es que pienso que cada escritor, así como cada pintor o músico, debe dejar algo de sí en su arte; y conociendo la vida de Isabel Allende escrita por ella misma y por otros, esta mujer para mí es un referente total. Y quiero que quede en claro que muy pocas personas me provocan admiración, pero esta mujer pequeñita y que al conocerla me dejó sorprendida por sus interminables caderas que disimula muy bien en las fotos, tiene la fuerza y la humildad que me gustaría tener en la vida.
Aclaro que la conocí en persona, si se puede decir así, por ahí por el 2004 o 2005, cuando vino a dar una conferencia a la Casa Central de la Universidad de Chile en Santiago. Ni les cuento lo emocionada que estaba, y bueno no teniendo muchos recursos en esa época, mientras todos compraban afuera un libro para que se los autografiara, yo esperé hasta el final de la conferencia e hice impaciente la fila hasta llegar adelante con mi ejemplar de "la casa de los espíritus" que conservo desde la enseñanza media. Cuando llegué por fin a su lado, entre todas las cosas que pensé decirle, lo único que atine a decir fué: " gracias, por muchas cosas", eso mientras ella me daba un abrazo muy apretado, y luego feliz como una niña al ver que no le llevaba un libro de los recien adquiridos como los otros, lo miró sonriente y me contó que hace mucho tiempo no veía esa edición, mientras yo le comentaba que la tenía hacía muchísimos años, y ella me dibujaba una flor en mi ejemplar en un momento inolvidable.
Debe ser muy extraño, tener enfrente alguién que cree conocerte tanto, mientras para tí es una entera desconocida, pero ella fué muy dulce conmigo. Así reitero que aunque digan que le copió a García Marquez, para mí las mujeres valientes de sus novelas son únicas y fueron fundamentales en mi formación. Así, por ser la mujer que es, por las mujeres a las que da alma en sus personajes, por su sencillez y por su tremenda humanidad, declaro mi admiración incondicional a Isabel Allende, la escritora y la persona detrás de la escritora.