domingo, 22 de julio de 2007

DOMINGO EN SANTIAGO DESPUES DE LA LLUVIA






Este fin de semana, luego de mucho tiempo, por fin no tenía ninguna obligación con el mundo; sino todo el tiempo para mí. El sábado lo dedique a dormir todo lo largo que pude, y entremedio a llorar con " El ocaso de un amor" ( peliculaza), protagonizada además por dos de mis actores favoritos en el mundo, Julianne Moore y Ralph Fienes, leer, escribir y darme un baño de tina escuchando música, mientras llovía a cantaros sobre Santiago.




Hoy cuando amanecí, me percaté que ya no llovía, Santiago se mostraba soleado, pero yo seguía meditando mi tristeza, mi duelo del amor perdido, los recuerdos que me niego a sepultar, y entremedio suena el teléfono con la voz ya conocida moviéndome a despavilar, invitándome a tomar solcito y almorzar en el mercado central.




Medito, respecto mi trabajo del magister que debo entregar esta semana, y sobre la identidad del invitante, al que no quiero tener de paño de lágrimas de mis bajones del amor perdido. En un primer momento pienso en excusarme, porque para que complicarse, si tengo comida en la cocina y ganas de cocinar, pero luego pienso que siendo bien honesta con el sujeto en cuestión, no hay nada de malo en salir con mi " actual amigo".




Tomo el paso por calle San Martín al norte, rumbo al Mercado Central, y vuelta a mi depre del amor perdido, recordando sus pasos por Huerfanos hace tres meses de mi mano, recordando su felicidad encontrada, mi felicidad de pintarle mil sonrisas, la sorpresa de amanecer de su mano, en fin... triste miro la cordillera nevada, y lo pienso en el cajón del maipo fumando su pipa entre la nieve, y miles de etcéteras. Para más remate, llego a la calle Estado, y se instala la feria que tanto le gustaba, y al llegar a la Plaza de Armas suena Placido Domingo en mi cabeza, y lo siento todavía apegado a mi espalda...




Entre tanto recuerdo llego al Mercado Central , donde me espera a almorzar mi "ahora amigo", con sus ojos traviesos, me dice que me veo muy bonita, pese a mi pinta dominguera, y a que como shakira no me bañé este domingo. Almorzamos en el mercado, luego vamos a comer helado al savory, y para rematar café y helados en el café torres. Hablamos sin parar, nos reímos, y aunque no lloré le conté toda mi pena del amor perdido, de las frases no dichas, de los malentendidos insoslayables, de no poder hablarle porque sólo lo veo en la oficina donde cada pared puede escuchar más de lo que yo quisiera, mientras él me escucha apacible, sereno y sin reproches, como si no le importara que aún lo piense, aún lo sueñe, y aún me acompañe invisible mientras camino sola en la calle.




Entre todo, pienso que esta ciudad tiene su belleza, que podemos haberla caminado tantas veces, y aún podemos disfrutarla, que no creo que exista hombre que me quiera más que mi " ahora amigo", y que probablemente sepa persistir en mis pasos, como él.




Recuerdo que cuando fuimos más que amigos, fué bastante tenaz en buscarme y esperarme hasta que yo estuve bien segura de que en verdad me iba a querer como yo era, con todo el pasado y las perdidas que cargaba, cuestión que claro en un principio fué muy pesada.




Mientras tomamos un cortado con galleta, de golpe y porrazo me habla de irnos al sur en dos años más, y trata de robarme un beso mientras cae la tarde en Santiago, lo cual me deja perpleja.Pienso, si acaso no será esta persistencia y claridad, el amor verdadero, porque mientras el otro, mi amor perdido, me ve a diario y me evita también a diario; mi " ahora amigo", se ha mostrado leal y siempre dedicado a mi pequeña personita, me deja ser como yo soy, y lo más importante me quiere como yo soy, con todas mis pifias y rollitos ( estoy segura que sería igual a henry en el ocaso de un amor, si yo me estuviese muriendo). Hoy me decía que se me nota que me siento cómoda con él, y es verdad; creo que no hay nadie con quien me sienta más cómoda en estos momentos. El problema es que a veces creo que me siento tan cómoda como con un hermano, pero...quién sabe si no sean más que barreras que me pongo yo misma y que pueda superar.




Como hay dos años para pensar que hacer,y no hay más postores en el camino; vamos a seguir viendo que pasa el próximo domingo y si le damos otra vuelta al asunto, en esta ciudad que aunque no lo crean los días domingos sin tanto gentío tiene una belleza digna de ser caminada y admirada, a veces por dos miradas.

2 comentarios:

Mallén dijo...

Tres cosas, amiguita linda...
Uno, los amores reales son aquellos que te permiten ser siempre y plenamente tú misma...
Dos, los amores antes que amores deben siempre ser amigos...
Tres... No hay caso, shuatas que es complicado entender a tu actual amigo!!!!!!

alfonsina dijo...

Lo bueno es que no me enrolla; he adquirido una capacidad increible de mirarlo con un sentimiento que no sé como describir. No es indiferencia, pero se le asemeja.
En fin he perdido toda capacidad de hacer un plan más allá de media cuadra con él.Podría resumir que emocionalmente estoy a un millón de años luz.
¡ chanfles! ¿ quién lo diría?